Testimonios

TESTIMONIOS TAIZE

Este año 2012 los jóvenes de nuestra parroquia han peregrinado a Taizé, Francia, es por ello que en este espacio quieren compartir con todos vosotros sus experiencias.

Testimonio de:  Irene Pellicer                2-09-2012
´´Una de las cosas más importantes ha sido fomentar el amor que le tengo a Cristo y por supuesto conocer a estas maravillosas personas que me habéis acompañado´´

Taizé para mí ha sido una experiencia inolvidable. 
El tiempo que estuvimos en el autobús hasta llegar a nuestro destino fue lo suficientemente amplio como para comenzar a conocer quiénes eran mis compañeros de viaje. Conforme iban pasando las horas me di cuenta que todos compartíamos el mismo deseo de vivir la experiencia que nos brindaba Taizé. Es increíble, pero poco a poco me fui abriendo y esa sensación de timidez que tenía al inicio del viaje iba desapareciendo.
Cuando llegue me sorprendió la sencillez del lugar, la enorme cantidad de jóvenes conviviendo, la alegría que desprendían y el cuidado y respeto por todo lo ajeno.
Los momentos compartidos en la catequesis con otros jóvenes fueron muy ricos ya que la barrera del idioma no suponía ningún obstáculo para poder manifestar nuestras opiniones. Es maravilloso tener esta oportunidad para comprobar como en todos los lugares del mundo existen jóvenes como nosotros que siguen manteniendo la fe viva.
Vencí obstáculos como sentimientos encontrados, dormir en el suelo, soportar el frío y hasta una tormenta y por supuesto pase como pude el menú de comidas. Todo esto se deja atrás, principalmente por el ambiente tan bueno que se iba creando en el grupo. Cada día que pasaba me sentía más feliz. 
Quiero hacer una mención especial a todos los momentos de oración, cantos y silencio y en especial al más emotivo como fue el día de la Cruz; sé que esa tarde no la voy a olvidar nunca ya que un sentimiento muy fuerte despertó dentro de mí.
Me encantaría volver a repetir esta experiencia que me ha marcado en mi vida. Una de las cosas más importantes ha sido fomentar el amor que le tengo a Cristo y por supuesto conocer a estas maravillosas personas que me habéis acompañado. Deseo y espero que nuestra amistad siga creciendo.
Muchas gracias a la Parroquia de San Pedro y en especial a Pablo por haber realizado este viaje.

Testimonio de:  María Luisa Ruiz          30-08-2012

´´...Es una de las mejores experiencias que un joven creyente puede vivir´´

Taizé, un pueblo del que nunca había oído hablar, es más, ni siquiera sabía cómo pronunciarlo ni como se escribía exactamente, no sabía de qué iban aquellos encuentros y no estaba segura de que me fueran a gustar, aún así, fui y he de decir que no me arrepiento. Tal vez parezca aburrido tener que ir a las 7.30 a misa, tal vez parezca aburrido tener que ir a tres oraciones y una catequesis diaria, pero a veces nos equivocamos y esas cosas aburridas se convierten en grandes momentos, son grandes momentos si te despiertas a las seis y media con una buena sonrisa y con ganas de unirte a jóvenes creyentes, sin importante si son distintos a ti, son grandes momentos si aprovechas los ratos de oración para hablar con Dios, para pensar y para dar gracias, y también pueden ser grandes si conoces a gente que te regala sonrisas y que en una semana se convierten en buenos amigos.
Vale, puede ser que si me preguntaban yo no sabía exactamente qué decir de Taizé pero ahora lo tengo claro, y sé que si me preguntan que es Taizé puedo contestar y decir que es una de las mejores experiencias que un joven creyente puede vivir. No necesitas móviles, ni ordenadores, no necesitas tecnología, una guitarra basta para pasar buenos ratos en el tiempo libre, y unos minutos de silencio durante la oración bastan para darte cuenta de las cosas que echas de menos y para reflexionar. 
En resumen, Taizé ha sido una semana, 7 días repletos de risas, momentos emociones y lo más importante, 7 días llenos de fe y de ganas de hablar con Dios mediante la oración. Gran experiencia con grandes momentos.

Testimonio de:       Paula Suarez            26- 08-2012


"...No todos podrán ser iguales aunque si similares..."

Este verano he tenido la gran suerte de poder viajar a Taizé, (Francia), con la comunidad parroquial de San Pedro, de Ciudad Real.
En principio, pensaba que este viaje iba a ser similar al del verano de 2011, camino a Madrid para celebrar la JMJ, pero me he dado cuenta de que cada viaje que realizamos, como este o el de Buenafuente del Sistal, es único. No todos podrán ser iguales aunque si similares, pero como Taizé no podré repetirlo jamás.

Como todo viaje que hacemos los jóvenes de la parroquia, comenzamos realizando actividades como bizcochadas, reuniones… para conseguir formarnos y recaudar dinero. Tras ello vienen los nervios del día de previo al viaje, en el que repasas repetidamente la maleta para no olvidarte de nada. Y ¡por fin llegó el momento que todos esperábamos! Las maravilloso viaje de 20 horas que nos separaban de Taizé.

Ahora quiero contaros mi experiencia una vez allí.

Llegué a Taizé con el objetivo de, poder olvidarme de la rutina y poder crecer en mi vida cristiana. Respecto a lo primero lo pude lograr y conseguí olvidarme del estrés de Ciudad Real. En el segundo me gustaría haber podido estar más tiempo allí.
En esos siete días, pude convivir con más de 4.000 personas, algunos de mi misma religión y otras de diferentes religiones cristianas, unos que hablaban mi mismo idioma  y otros muchos uno diferente…

Pero al final, Dios quiso que todos consiguiéramos entendernos, aunque fuera por gestos, en un inglés primitivo… A pesar de ello, todas las personas que allí nos encontrábamos, estábamos como uno solo en las oraciones, en los cantos, en las catequesis, en el oyak, donde podíamos tener un momento de distensión para conocer gente de otros países, sus bailes… y por la noche llegaban los queridos “GO TO BED”, que eran los encargados de mandarnos a dormir a nuestras tiendas de campaña.  Pero por desgracia llegó el último día, en el que nos tuvimos que despedir de nuestros amistades, alemanes, serbios, polacos…y nos toco sufrir otras veinte horas de viaje, pero estas iban a ser  muy diferentes a las de la ida, porque ahora podíamos cantar algunos cantos de los hermanos de Taize, contar experiencias, escuchar a Pablo cantar…

Por todo esto, me gustaría agradeceros estos días vividos en Taizé junto con vosotros, y espero poder repetir más experiencias similares junto a vosotros.


Testimonio de:       Pablo Cornejo           11- 08-2012

"...He aprendido que para vivir feliz no hacen falta muchas cosas materiales..."


Cuando se nos propuso desde la parroquia la peregrinación a Taizé en Francia, reconozco que no me entusiasmo mucho la idea. Había oído hablar del hermano Roger, de los hermanos y de aquel lugar que concentraba a muchos jóvenes que rezaban y cantaban con un estilo propio de oración.
Ahora que he vuelto veo las cosas de otra manera y estoy muy orgulloso y muy agradecido de haber realizado este viaje.
Los primeros momentos he de decir que fueron duros, pues el viaje fue muy largo, nos alojaron en una tienda de campaña donde tendríamos que dormir en el suelo y la verdad no me hizo mucha ilusión, con unos horarios que cumplir, las catequesis en ingles….
Esta impresión apenas duró un día, poco a poco al irme integrando en la dinámica llevada a cabo allí, las vivencias con otros jóvenes del mundo e incluso con los jóvenes de la parroquia superaron con creces las expectativas.
He aprendido que para vivir feliz no hacen falta muchas cosas materiales y me ha hecho apreciar de cuanto disponemos sin tener la necesidad de ello.
Me ha gustado mucho el estilo de oración que allí tiene lugar, en el silencio he podido repasar y poner en orden mi vida interior, en los versos repetitivos he sentido paz, en el bullicio con los demás jóvenes la alegría por compartir un mismo fin que es CRISTO.

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 Este año queremos que este siga siendo tu espacio donde puedas contar tu relación con Dios y María. Esto puede influir a muchos jovenes que se encuentren con dudas y esten pasando una situación que tu hayas pasado.

Testimonio de:           Julia Espinar            27-11-2011

"En esta experiencia tan especial e increíble, he aprendido más de lo que jamás hubiera imaginado..."

Este verano, he vivido una experiencia increíble, algo nuevo, único, que tan sólo en cinco días ha conseguido llenarme de emoción, darme cuenta de que aunque muchas veces parezca que no, somos muchísimas personas las que mantenemos la Fe en Cristo, a pesar de los rechazos, humillaciones y menosprecios que hallamos recibido, conseguimos mantenernos firmes en la Fe, y seguimos siendo GRANDES!
En esos cinco días, conseguimos reunirnos en Madrid millones de jóvenes de todo el mundo, todos con el mismo objetivo, sentir al Papa de cerca, y por lo tanto, a Dios; ese era el principal objetivo de todos los jóvenes que nos reunimos en Madrid, pero a parte de conseguir ese objetivo, conseguimos muchos más, entre ellos, uno del que estoy súper orgullosa, es el de demostrarle al mundo que no estamos solos en esto, que somos millones de personas las que seguimos manteniendo la Fe en el Señor, y que nada ni nadie puede quitárnosla, porque realmente sentimos esa Fe.
En esta experiencia tan especial e increíble, he aprendido más de lo que jamás hubiera imaginado, he vivido momentos que jamás serán olvidados, durante esos días he reído, he llorado, no de algo más que no fuera alegría y emoción, y miles de sentimientos han surgido en mi corazón, pero algo que no ha surgido en ningún instante ha sido la duda; la duda de que Dios existe, y que él es el sentido de nuestra vida. También he vivido momentos muy duros, momentos de desesperación, de agobio, al verme entre tantas millones de personas y en pleno mes de Agosto, momentos en los que daría lo que fuera por conseguir una simple botella de agua, cosa que normalmente podemos conseguir en cualquier momento y en realidad, no lo valoramos; he vivido muchos momentos realmente duros, pero con la ayuda de todos, conseguimos superarlos.
La experiencia me ha mostrado que somos una gran familia, completamente unida. No importa la piel, no importa el origen, no importa el dinero, no importa nada, porque lo que nos une es algo universal, que nos une a través del amor, es Dios. Me siento súper afortunada de haber formado parte de esta gran fiesta de Fe, que aunque sólo hallan sido cinco días, han hecho que mi verano 2011 sea inolvidable.

Testimonio de:            Angel Rodilla              23-10-2011

 Tengo que reconocer que no me había interesado demasiado en la JMJ hasta que llegó la Beatificación de Juan Pablo II. Ese día decidí que tenía que estar allí, que a él le hubiese gustado que cuantos más hubiésemos estado mejor. Y tengo que decir que no sólo no me arrepiento de haber estado allí, sino que ha sido una experiencia de tal magnitud que ha cambiado mi vida, tanto en lo religioso como en lo personal.

- Vengo de la JMJ con una inmensa alegría y con mi alma en paz.
- No se puede describir con palabras la sensación que produce poder rezar junto al Papa por mis familiares, mis seres queridos y por todos los que sufren en todo el mundo.
- He tenido la oportunidad de conocer gente nueva, de Ciudad Real y de TODO el mundo. Incluso he hecho amigos nuevos, de los cuales he aprendido que hay muchas y muy variadas razones por las que asistir a la JMJ, pero todas tienen algo en común: querer ser mejores personas con la ayuda de Dios y de Jesucristo.

Pero también hay que reconocer que no todo ha sido perfecto. Algunos fallos de organización nos han causado algunas molestias, aunque comparados con los inmensos beneficios obtenidos, los fallos se quedan casi en nada.

Y por último, pero no en último lugar, quiero saludar especialmente a Iván, del que me ha sorprendido gratamente su clara determinación a asistir a esta JMJ, a pesar de sus impedimentos físicos (temporales, eso sí). Dices que en algunos momentos te sentías una carga para los demás. Yo estoy seguro que para ninguno de nosotros has sido una carga en ningún momento. Todos nosotros nos hemos preocupado por ti en algún momento y hemos tratado de ayudarte en la medida de lo posible. Porque de eso se trata ser Cristiano, de ser una buena persona, de preocuparse por los que tienen dificultades y de ayudarles en lo que necesiten.

Gracias a todos por haber conseguido que la JMJ Madrid 2011 se haya convertido en una de las mejores experiencias de mi vida, sino la mejor, y que también lo haya sido para otros muchos cientos de miles de personas.

Testimonio de:        Angel Alvarez         09-10-2011     

"...Pero hace relativamente poco, por problemas y por estar cansado y no tener fuerzas… Me aferré a Él..."
 
Mi Testimonio

Y ¿cómo se empieza a hablar de Dios? ¿Cómo se empieza a hablar de lo que ha cambiado en tu vida? Hay cosas en la vida que son inexplicables, pero que sin embargo, son lo suficientemente importantes para que nos muestre algo más de lo que somos.

Yo toda mi vida he crecido en el seno de una familia cristiana y he dado gracias por eso desde chiquitín. Y creo que han hecho en dejarnos elegir nuestro camino en referencia al Padre.
Yo elegí estar a su lado. Sí, es cierto, he pasado por momentos que lo tenía un poco de lado, dejé de hablar con él, de darle gracias por el simple rayito de sol de las mañanas. Pero ahora sí que doy gracias, y sobretodo por aferrarme a Él que aunque no lo vea, sé que está ahí, no sé como y porqué, pero esta a mi lado.

No estoy muy orgulloso de lo que he hecho a largo de mi pequeña y corta vida. Si hubiese seguido escuchando desde el principio la voz de la Virgen, y no hubiese pasado de largo cuando me echaba una mano, sería mucho más feliz, porque estaría lleno de ellos.

Pero hace relativamente poco, por problemas y por estar cansado y no tener fuerzas… Me aferré a Él y la verdad es que me siento más tranquilo, porqué sé que todo este peso de mi espalda no lo llevo solo. Hace tanto por mí, hace tanto por todos, que es grandiosa su bondad. El saber perdonar y olvidar, el saber comprender y ayudar, el saber abrazar y decir en cada momento lo que necesitas oír; es lo que le hace maravillosamente especial.

¿Cómo he estado tan ciego hasta ahora? Daría cualquier cosa por que la gente sintiera una mínima parte de lo que siento cuando rezo. Y es que, como humanos, nos equivocamos, vivimos en la ceguera y lo peor es que no queremos abrir los ojos.
Sé que Él esta a nuestro lado siempre: Cuando sonreímos, cuando lloramos, cuando no podemos con nuestra pena, cuando nos sentimos solos, cuando cumplimos años, cuando aprobamos, cuando suspendemos, cuando pecamos, cuando damos y cuando amamos.

Si estoy aquí en el Mundo es porque algo grande me tiene preparado el Padre. Sé que poco a poco lo iré sabiendo y no dejaré de darle gracias por darme vida y por no separarse de mí.

Y para terminar, un pequeño consejillo quiero dar: Abriros a Dios, hablad con Él, que rezar no es solo el Padrenuestro; contadle vuestras alegrías, vuestras penas; visitadlo al menos una vez por semana; dadle gracias y sobretodo aunque todo vaya mal nunca, pero nunca, dejéis de amarle. Él, no os abandonará y sentiréis el mismo Amor que millones de creyentes sienten.